Una mujer para hombres sensibles

Entrevista que me hicieron hace unos años en una revista

10/11/20231 min leer

Hay quienes podrían afirmar que el trabajo sexual se encuentra despojado de la seriedad que la sociedad le otorga a otras profesiones, cuyo estudio se desarrolla en un ámbito institucional y los conocimientos provienen de los libros y no de la cotidianidad y la observación. Así como también, el ámbito laboral puede desarrollarse en una oficina, pero no en una habitación privada...

¿Qué sucedería si en la flexibilidad actual de las palabras, planteáramos el término de Terapeuta Sexual? GabiErotika es, en el mejor de los casos, de las personas que he conocido, la que más se acerca a este término poco convencional que yo he decidido otorgarle. Ella asiste, por medio de encuentros íntimos, a un público con alguna discapacidad. Quienes a pesar de los tabúes que los rodean, también cargan con el mismo derecho de satisfacer un deseo carnal, que no escapa al que cualquier ser humano siente con respecto a su sexualidad.

Como ella afirma: “las personas con discapacidad son personas. Y son personas que sienten tanto deseo o más. No está bueno infantilizarlos. No los traten como niños y no los acaricien como si lo fueran, porque estas personas son como cualquier otro ser humano”.

Gabi es una persona muy especial que cuenta con mucha sensibilidad a la hora de reflexionar sobre su trabajo y sobre la realidad de sus clientes. Oriunda de la Patagonia Argentina, actualmente vive en Recoleta, Ciudad de Buenos Aires y trabaja con personas con discapacidad motriz y cognitiva. En un comienzo trabajaba en un cabaret, pero hace años que lo hace de forma autónoma e independiente. Todo comenzó con un anuncio destinado a “hombres sensibles” y esto funcionó como un disparador para empezar a relacionarse con otro tipo de público, que para poder contratar un servicio sexual con cualquier trabajadora muchas veces debe pagar un costo más alto, y no se los aborda con el mismo cuidado humano que ella posee.